Recordemos el muy de
moda efecto Mozzart, esa sería una buena idea, sin embargo no es necesario solo
poner música clásica, podemos estimular al feto con cualquier sonido o ritmo,
tomando en cuenta evitar música estruendosa, mas bien, ésta debe ser lenta,
para tranquilizarlo, otra técnica es la táctil que
tiene que ver con el acariciar suavemente o dar golpecitos muy “suaves” en la
barriga, otra técnica es la visual que se
desarrolla aproximadamente en la 6° semana de gestación en donde se aplica una
luz moviéndola por toda la barriga y por último la motora,
que es cuando las embarazadas asisten a gimnasia prenatal, yoga, pilates, etc,
cabe destacar que cada forma de ejercicio esta hecha especialmente para
embarazadas, de alguna forma modificadas, bueno sea cual sea el ejercicio
siempre trae muchas consecuencias positivas, en el caso del yoga la circulación
y respiración del bebé se ven mejoradas, en general con el ejercicio se mejora
en el feto el centro del equilibrio y lo pone en alerta. Todo este trabajo
previo al nacimiento favorece la interacción madre - padre – familia produce un desarrollo óptimo de funciones básicas como memoria,
lenguaje, etc.